¿Qué significa el etiquetado energético?
La eficiencia energética de un electrodoméstico es su capacidad de realizar su trabajo dando lugar a un consumo menor de energía. Para facilitar el consumo de este tipo de productos, la Unión Europea cuenta con las Etiquetas Energéticas.
El etiquetado energético es un sello informativo que todo aparato que consuma energía debe poseer y que indica al consumidor acerca de la eficiencia de un electrodoméstico y de sus valores de consumo (agua y energía).
El pasado mes de junio, la Comisión Europea aprobó el proceso para implantar el nuevo etiquetado energético en la Unión Europea. De esta forma, se vuelve al etiquetado antiguo que suprime las clases suplementarias A+, A++, A+++, sustituyéndolas por una pegatina que se basa en una escala de clasificación que utiliza la letra de la A hasta la G. Esta escala va desde la Clase A y el color verde, para los equipos más eficientes, a la Clase D y el color rojo, para los equipos menos eficientes.
Este nuevo etiquetada ha empezado a implantarse desde el 1 de agosto de 2017, aunque el cambio no se realizará por completo hasta pasados 5 años.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los aparatos eléctricos del hogar cuentan con esta etiqueta. Los electrodomésticos que por ley deben tenerla son los siguientes: frigoríficos y congeladores, lavadoras, lavavajillas, secadoras, fuentes de luz domésticas, horno eléctrico y el aire acondicionado.
Con este sello, el comprador del aparato dispone de información detallada sobre el consumo de energía y agua del dispositivo antes de adquirirlo, pudiendo comparar de antemano que electrodomésticos generan un menor impacto al medio ambiente y un mayor ahorro energético al hogar.
La información sobre productos eficientes y sostenibles relacionados con la energía constituye una significativa contribución al ahorro de energía a la reducción de la factura eléctrica, promoviendo a su vez la innovación y en la producción de productos cada vez más eficientes desde el punto de vista energético.